He caminado desde tus pies
hasta tus ojos.
Larga senda que hice
como viajero a la deriva.
El aliento -el que se escarcha
tras el cristal envahecido
de la memoria-
silba en las menguadas atardecidas
mientras arrastra espesas gotas de leche
arrancadas de la boca
desdentada que succiona
tu dulzón y encalidecido
maná vespertino.
Hoy mis pies
son cuchillas que rasgan
el vientre del futuro.
Afiladas hoces
abriendo en canal el mañana.
En su eterno cometido
de alejar los colores
del fondo de la mirada.
sábado, 20 de septiembre de 2008
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2 comentarios:
Muy bueno, Armando!
Es que eres muy bueno.
Me gusta casi todo lo nuevo que has colgado.
Te acompaño un poco con cuchillas en los pies:
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SEPTIEMBRE
Ruedan por el suelo.
Se agostan.
Crujen y se rompen.
Se pulverizan
y desaparecen.
Las horas no usadas
son las horas muertas.
(maria)
Gracias María.
También tu eres muy buena.
Un abrazo.
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