domingo, 17 de octubre de 2010

Demasiada mente
saturando los sentimientos.
Desolado envuelve
que me apaisaja.
Tránsito por el que desierto
cuyos pies
me abrasan las arenas.
Cafeteras de ruido
en el vacío medio local.
Entra que sale
y gente.
Atmósfera serpenteando
por la Bonnie Tyler.
En piel me lloverá
sobre la breve.
Tal bien me venga vez
osarme hasta los calos
de especie una laval integrado.
Lluvio amenaza
y sin importo
no me embarga.
La primera puesta
está piedra ya.
Sendero este el es
presiento que universo
hacia el conduce de Pizárnik.
A aquí de nada
partir.

2 comentarios:

E. Martí dijo...

Enhorabuena, querido amigo, por estos versos encadenados al sentimiento que se resbala, que se seduce, que se presiente en las cálidas tardes otoñales... Esos nuevos juegos de la palabra anárquica, que - de tanta fuerza que lleva - es capaz de saltarse las gramáticas, los diccionarios... Mírala, la palabra recorriendo la mirada perdida del oyente, latiendo la palabra, taladrando con intensidad estos colores que imprime octubre.
Me ha encantado leerte ésto y lo que queda atrás.
A ver si seguimos en racha.
Hasta el sábado chez concha.
Besitos... que duren.

Unknown dijo...

me gusta tu poema...los versos que torsionan la sintaxis:"en piel me lloverá sobre la breve". Simplemente geniales, Alejandra Pizarnik hizo el último quiebre al templo del lenguaje,tal vez por eso " a partir de aquí, nada" Cariños