lunes, 19 de mayo de 2008

Caído sobre si mismo,
entre el dolor de quebradas ramas,
retrocede por caminos de memoria
hacia playas de luz el cerezo.
Verse ascendiendo
en busca del oro que el sol
como un péndulo balancea
sobre mares de verde.
Mirar frente a frente al roble
que durante años (recuerda)
lo observó desde arriba.
Sentir el radicular avance
entre tierra y piedras
a la busca de sustento.
Y recuerda perlas transparentes
descendiéndole elcuerpo
mientras sueña con mares de óxido
avanzando sobre el filo de los hachas.
Y recuerda,
y sueña,
y muere,
carcomido montón de polvo,
el cerezo.

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