miércoles, 27 de febrero de 2008

Habito un silencio rebelado

Habito un silencio rebelado
que se resiste a la soledad
de lo unitario.
En el filo de la realidad
edifico mi morada.
Cultivo un huerto
donde planto verdades
de alto porte.
ahí, en ese mínimo espacio,
aguardo un final de ser derretido
que por ambas laderas
se escurre hasta el ocultamiento.
pronto anochecerá en el territorio
vasto de la inexistencia.
Y un mundo sin ojos
recibirá lo perdurable.
El resto, alimento temporal
posibilitando la supervivencia
de una amplia familia de gusanos.
Abono de zarzas que me perpetúe.

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