miércoles, 27 de febrero de 2008

Este silencio vertebrado

Este silencio vertebrado
paciente va paciendo cada voz
hasta pacer las voces todas.
Desnuda ha dejado
la corteza de la historia.
Los guijarros oteando
la terrosa superficie calcinada.
Vasta memoria
disminuyendo bajo los matorrales
en los que furtiva halla lecho y techo.
Ya vienen ellas desvestidas de carnes,
y siegan impasibles los alientos últimos.
Perforan la piel de las miradas
hasta extraer el tiempo que cobijan.
Y quedan doradas espigas
clavándose en la oculta retina .
Vaciando de consistencia sus paredes.
Todo el grano del recuerdo derramado.
El grano.
Semilla de lo acontecido
creando en el crepitar atroz de las ascuas
imposibilidad de mañanas.
Extinción definitiva
en la podredumbre de grano,
semilla, origen.
Ahí, en el origen, el fin.
Y ya nada.
La nada regresada.
Inexistencia.

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