miércoles, 27 de febrero de 2008

Ese silencio de madrugadas ateridas

Ese silencio de madrugadas ateridas
cobijándose bajo la tela
adormecida de las horas.
Esa palidez de luz perfilando las líneas
hasta suavizar sus aristas
de basalto adormecido.
Ese vacío tan dentro
que no hay sueño que cubra
el dolor de sus paredes rezumando soledad.
Ese grito lunar rebotando en la inerte materia
hasta extinguirse entre los átomos dispersos
del reducido espacio donde el tiempo no existe.
Grito de luz en el aire
y en la garganta de los cánidos
un grito tan rojo
tiñendo de temor la existencia.

1 comentario:

Rosa dijo...

Corresponde a tu invitación, no sólo la visita, sino otra invitación http://groups.msn.com/Desheredadosdelamor

No son todas mias (la mayoria son donadas o regaladas), y mi firma es Sombra por esos lares.