miércoles, 27 de febrero de 2008

Arrancaría, si pudiese

arrancaría, si pudiese,
la piel del sol
para derretir este hielo
mortal que me abraza.
Cómo duele esta ausencia de brasas
donde acurrucarse.
Esta nieve incolora que me sepulta.
esta densidad del aire
rasgándome los órganos.
Qué angustia
la sangre solidificándose.
La inminencia de la huída.
La honda decepción de descubrir
este negado sueño.
Hoy he visto el vacío.
Supe verme por primera vez.

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